domingo, 3 de julio de 2011

En 150 palabras (21): Requiem al Dios Emperador

Él, que lo había conseguido todo, había llegado a la cima a través de engaños, corrupciones y muerte, con un sentido ambiguo de justicia, moviéndose entre estas negras lagunas, se encontraba ahora en esta disyuntiva. Enemigo del mundo, amigo secreto de todos, se erigió como azote de las personas con el fin de cargar con sus propios pecados tales como ciertas matanzas y otros errores generados por la carga de su poder. En ese mismo instante estaba pagando con su muerte al barquero. Sí, había destruido mundos de opresión...había creado otros...y daría lugar a un nuevo futuro más libre. Todo lo pudo el hombre que en su día consiguió ser el Dios Emperador, aquel que creyó en el futuro y soñó más que nadie. Sólo unos cuantos supieron de su hazaña y su sacrificio. Llegó sin nada, con todo arrebatado, y se fue abriendo caminos. Al fin conquistó sus sueños.

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