martes, 23 de agosto de 2011

En 750 (150x5) Palabras (30) : Nada existe realmente

De las pocas veces que haré una introducción, este, por ser la trigésima micronovela, será una Maxi de 750 palabras, 5 veces más para una historia más larga y que me venía rondando por la cabeza desde que leí a Unamuno y sus nívolas. Además, por ser una ocasión especial, he puesto dos canciones que me inspiraron para ella. Os dejo ya con el escrito, espero que lo disfrutéis.

Era medianoche. Paseaba por las calles de su ciudad. No tenía un objetivo fijo, simplemente andaba, seguía el rumbo que se marcara. Todas las casas estaban llenas de luces, llegando a parecer el cielo como si fuese de día. Bajo toda aquella tranquilidad, se preguntó el motivo de su acción. Pensó que no había sido motivada por él, porque momentos antes no existía, no recordaba nada de eso. Fuera lo que fuera alguien le había creado en ese instante. Eso le empezó a preocupar de una manera fascinante, así que se fue con esa duda existencial a su casa, y allí se echó a descansar sobre su cama, con los ojos abiertos. Decidió que tenía que dar con el significado de todo ello, así que buscando respuestas a estas incógnitas, se percató como podía oír una leve voz que narraba lo que sucedía. La explicación de todo aquello es que lo que contaba eran ideas de una mente perturbada, la de un escritor. Decidió hacerle una visita, así que atravesó la pantalla a través de la puerta de su casa y se lo encontró cara a cara. No era mucho más que una persona normal en un teclado. Se armó de valor e inició el diálogo.

-¿Quién diablos eres?-Preguntó el personaje.

-¿Yo? Una vulgar persona que te ha dado la mayor de las cualidades que se puede tener, el don de la vida, además de permitirte venir a mi mundo.

-Entonces explíqueme una cosa, ¿Cuál es el motivo de mi existencia? ¿Porqué estoy destinado a vagar por las calles sin sentido, a vivir una vida de martirios y a pasar por todas las penalidades que usted me mande a vivir?

-Debido a que quiero entretenerme, simple y llanamente.

Frente a aquella declaración, el personaje sintió miedo, un miedo como el que en su corta existencia había sufrido. Era un mensaje que dejaba claro su impotencia, el no poder decidir por sí mismo, el de estar anclado a las locuras que ese tipo creyera convenientes, incluso podría llegar a dejar de existir. Eso se tornó en una risa, una risa y un lloro para aliviar su afligida alma. Los calvarios que recordaba no existían, incluso él mismo no existía. Todo había sido sacado a partir de la cabeza de ese ser, que lo miraba de una manera despreocupada, como si no fuese nada interesante. Al mirar a sus dedos, vio que seguían escribiendo su historia, sus pensamientos, sus temores, aquello que no lo dejaba dormir. Abatido, huyó a su casa a sufrir su tormento, a limitarse a continuar una historia que aquel hombre le haría pasar. El escritor decidió darle un giro a la historia.

Se despertó al día siguiente, consciente de lo que había pasado. Aquello no era su vida, era una prolongación de lo que ese ser superior decía. Siguió andando por las calles, mirando el rostro a gente que no le echaban la más mínima cuenta. Es más, todos tenían unos ojos de absortos, de tener que desempeñar sus roles hasta el final. Hasta que se encontró con ella. Era otro personaje como él, pero no tenía aquella mirada sumida en sombras, era más natural. Para él era la perfección, una mujer que lo entendía, que lo quería y que, además, llegó a entender su situación cuando le contó lo que averiguó. En aquel instante se preguntó si incluso aquello era generado por el Ser. Creyó que no, que podía escapar a su control, así que pasó el tiempo hablando con ella, llegándola a amar aún más, sintiendo que su existencia se llenaba, que había más presencia suya de lo que jamás había podido soñar...

Así pasaron dos años, tras los cuales se hicieron amigos muy íntimos, y por fin, decidieron dar el siguiente paso y declararse su amor. Tras un apasionado día en su mundo, el personaje volvió a preguntarse por el escritor. Al darse media vuelta en su cama, donde se supone que debería haber estado Ella, no había nada. Corrió por el mundo buscándola, y al fin la encontró...sólo su nombre, en una lápida.

Tras llorar desconsoladamente, abrió la puerta y se encontró con el escritor. Nunca había existido, solo aquellos instantes con ella y ni siquiera eran suyos. Habían sido parte de su Obra. El Ser seguía mirándole con altanería, y, aunque aquello conllevara su suicidio, decidió matarlo allí mismo. Estaba seguro que aquello no era obra del Escritor, ya que no siguió escribiendo. No le preocupó de desaparecer, nunca nada existió de verdad...



domingo, 21 de agosto de 2011

En 150 Palabras (29): Escalera hacia el cielo.

Era de noche. Ahí estaba la luna, llena, esplendorosa, rebosante de luz, apaciguante, tan pacífica que iluminaría las almas de quienes la vieran, pero ese día, estaba oculta por nubes que se descargaban contra el suelo, en una nítida lluvia. En lo más profundo de un lago, había una chica atada con cadenas a unas rocas. Podía ver otra gente como ella, allí tranquilamente, encadenados, sin sufrir, solo existiendo allí al fondo. Mientras, se hizo un claro y la luz le llegó hasta allí. Pudo ver el poder de las gotas, colisionando contra la superficie, generando ondas. Los demás seguían absortos en su oscuridad, perdidos, desorientados, mas ella esperaba que aquella luz siguiera manteniendo la llama de su corazón, que aquellas gotas no la hirieran. Y sobre todo, liberarse de sus cadenas y poder atravesar aquel camino de luz, su deseo, esa escalera hacia el cielo desde aquel lúgubre lugar.

lunes, 18 de julio de 2011

En 150 Palabras (28): Por quien doblan las campanas

Tenía que huir. Era medianoche y se apresuraba, no quería dejar rastro. Era mejor así. De pronto, en medio de la estación, llegó un tren. No estaba previsto a esas horas. Bajó un revisor y preguntó si había alguien que quisiese montarse. Decidió que era la mejor solución. Justo cuando puso un pie en el tren, el viejo campanario abandonado empezó a sonar. Una vez dentro, no había nadie más que el hombre que le había invitado a entrar. Siguió mirando y le sorprendió que las ventanas no mostrasen nada, estaban en negro. Todas. le preguntaba incesantemente a aquella figura, pero esta no le respondió. Tras un lapso bastante largo de tiempo parado, esta emprendió la marcha hacia otro vagón. Tenía que seguirle, resolver el enigma. Abrió aquella puerta, y ahora sí, había algo...Sombras de gente de otro tiempo. Escuchó sonar las campanas. Ese fue el comienzo de su tortura.

domingo, 17 de julio de 2011

En 150 Palabras (27): Inestable

El mar lo había llevado allí. No podía creerlo. Lo que estaba viendo era una isla hecha completamente de arena. Parecía cosa de magia, era imposible que esos granitos se mantuvieran tomando esas formas. Había una gran variedad de fauna autóctona que era de ese mismo material también. Se movían. No entendía nada, le parecía el absurdo definitivo. Salió del agua empujado por las olas mientras se acercó a una palmera. La tocó y un coco cayó y se deshizo en el suelo. Siguiendo con esa locura, andó hacia dentro de la isla, y en lo más profundo había un castillo. Enorme, majestuoso, pero igualmente hecho de arena. Lo abrió y entró en el edificio con miedo, hasta que vió al fondo un cofre. Lo abrió y había una fortuna...de arena. Decidió poner sus manos sobre aquellas joyas, pero ese fue su error. Todo se derrumbó, sepultando su infinita codicia.

martes, 5 de julio de 2011

En 150 Palabras (26): No hay más horizontes que este...

Cuando el día moría para dar lugar a la noche, mientras a lo lejos un majestuoso cuervo danzaba en la plenitud de su libertad, un personaje solitario estaba en lo alto de una colina, al lado de un camino que la atravesaba, haciendo un hoyo. Ese hombre llevaba una gran gabardina y un sombrero que pronosticaban que nada bueno saldría de acercarse a él. Con su pala cavaba, y la gente cuando le preguntaba porqué lo hacía, el silencio era su respuesta. Un día, un periodista que había escuchado historias de este misterioso personaje, fue a preguntarle. Tomó el sendero sin dudarlo, y allí lo encontró, trabajando. El temor le invadió, se acercó y le preguntó a aquel ser. Este cesó su tarea, y le dirigió un mirada que lo dejó helado, tenía las cuencas vacías. Mientras, le respondió con voz gélida: “Para olvidar el futuro que te aguarda”.

domingo, 3 de julio de 2011

En 150 Palabras (25): Por encima de los límites.

Llegando a la cima de la montaña me paro a mirar alrededor...¿Qué he conseguido? Una vida de entreno para llegar a donde estoy, para incluso superarlo, mas mi última meta está muy cerca y solo mis seguros pasos me ayudarán a continuar. Así que ¿De qué me preocupo? ¿Porqué me da miedo llegar allí? Este sentimiento de inquietud se apodera de mí y me hace temblar las piernas, que me lloren los ojos, que mi cabeza se alborote. Tal vez me sucede esto porque hay lugares que están hechos para no ir, para seguir soñando...para encontrar en compañía...Incluso puede que sea que tenga miedo de que habiendo llegado tan lejos me pueda caer por la ladera, echando a perder todo lo conseguido. De todas maneras, desde la cumbre podré observar e intentar lo que nadie ha conseguido, lo que persigo... Lo imposible, convertir el sueño en realidad, atravesar los cielos.

En 150 Palabras (24): Esta luz quema...

Odiaba esa luz.... El color plateado que desprendía...Quería llorar...Quería tenerla...Quería poseerla...Quería ser el dueño...Pero esta no lo gustaba, le dañaba, le cortaba la respiración, le hacía heridas y sangre sin tener contacto con nada...Lo desquiciaba, lo enfurecía, lo calmaba, lo cambiaba, el odio incluso le consumía, y otras veces el amor lo desbordaba...Para acabar con aquella maldición, decidió recurrir a lo más trágico y definitivo que podía hacer...Se sacó los ojos, con tanto esfuerzo, con tantos gritos, con tantas lágrimas teñidas de rojo...Las pupilas estaban dilatas al máximo, la tensión le consumía, hasta que al fin, sus dedos separaron ese órgano de sus nervios. El grito sordo enmudeció al mundo...La sangre comenzó a fluir...Pero él sólo recordaba ese destello plateado, seguía viéndolo sin verlo...¿Cómo era posible? Esa locura le llevó a su desaparición, su alma se desvanecía mientras le iluminaba...Su último pensamiento fue de completa devoción a aquella luz inextinguible.

En 150 Palabras (23): Demonio

Después de todas aquellas experiencias, su pesadilla continuaba. Cuando el herido demonio cayó, aquella señora le salvó la vida. Desde entonces juró ser su perro. Pero tenía enemigos, los cuales atacaron. Él había pasado tiempo con ella antes de que sucediera, escondiendo en su alma en su instinto, mas en el final, tras ver su cuerpo, la sed de atravesar almas se apoderó de él...desenvainó su espada una vez más...ya no para matar, sino para defender...su orgullo y sus protegidos... Sus ojos revelaban el fuego de su interior, calentando su sangre hasta tal punto que bullía dentro suya, sobre todo cuando los aniquiló a todos, uno por uno, sin excepción, sin piedad, sin rencor, sin venganza, sin sentimientos, solo ansiedad para continuar su camino. Al final, la lluvia de su interior no había amainado, seguiría para siempre, por más que intentara huir de ella, sería como siempre había sido...un demonio.

En 150 Palabras (22): Imagina, Piensa, Completa

En esta ocasión no usaré la narrativa para contar una historia sobre una experiencia, sino para algo más importante, para hacer pensar. Imaginad, por un momento, que todo lo que sabéis es erróneo, que todo cuanto habéis aprendido en la vida ha sido un desperdicio de tiempo, todo está equivocado, nada tiene sentido sin ello. Todo lo que hagáis será algo banal, no tendrá una finalidad. Por lo tanto, buscareis algo que sea verdadero, o al menos, eso dictaría la lógica...mas los seres humanos somos especiales, huimos del conocimiento, de lo arriesgado, lanzamos monedas al aire esperando que caigan de canto. Ingenuos. Observad el mundo. De esta manera hallareis una verdad más profunda que la que se os impone por traición de la tradición. Elegid el camino de vuestra vida, sed felices de acuerdo a vuestros ideales, no os dejéis influenciar, ironía que lo diga yo. Seguid a vuestra alma.

En 150 palabras (21): Requiem al Dios Emperador

Él, que lo había conseguido todo, había llegado a la cima a través de engaños, corrupciones y muerte, con un sentido ambiguo de justicia, moviéndose entre estas negras lagunas, se encontraba ahora en esta disyuntiva. Enemigo del mundo, amigo secreto de todos, se erigió como azote de las personas con el fin de cargar con sus propios pecados tales como ciertas matanzas y otros errores generados por la carga de su poder. En ese mismo instante estaba pagando con su muerte al barquero. Sí, había destruido mundos de opresión...había creado otros...y daría lugar a un nuevo futuro más libre. Todo lo pudo el hombre que en su día consiguió ser el Dios Emperador, aquel que creyó en el futuro y soñó más que nadie. Sólo unos cuantos supieron de su hazaña y su sacrificio. Llegó sin nada, con todo arrebatado, y se fue abriendo caminos. Al fin conquistó sus sueños.

martes, 21 de junio de 2011

En 150 palabras (20): El cazador cazado

Aquel lobo veía lo que estaba pasando. Estaban dando caza a su raza. ¿Por qué? Eran cazadores que mantenían el equilibro, la cadena alimentaria. Cierto que había algún valiente que se saltaba aquellas temibles verjas para cazar gallinas, pero ellos eran de cierta manera, solitarios, incluso en su manada. Reían mientras arrastraban los cuerpos de sus compañeros. Sabía que su instinto le indicaba que no le tenía que importar, sin embargo, había algo que le impedía moverse. Dirigió su vista a la luna llena, preguntándose que hacer. Que fueron de aquellos tiempos en los que estos cazadores podían campar a sus anchas, donde había otras criaturas que completaban sus vidas alrededor de su mismo hábitat. Quería proteger un mundo que les estaba dando la espalda por aquellos seres, que los estaba eliminando mediante grandes cambios. Como último acto, decidió proteger aquello que era más importante para él, enfrentándose a ellos.

lunes, 20 de junio de 2011

En 150 palabras (19): Una noche de cambios

Era un momento de cambios. Aquella noche era la última de primavera y comprendería el paso al verano. Quería disfrutarla, pero el recuerdo del tiempo atrás no le dejaba avanzar. Quería seguir rememorando, vivir en su mundo, no salir de esa utopía. Sin embargo, nada es inevitable, y con un inexorable paso llegó el nuevo tiempo. Recuerdos son los que nos quedan para seguir andando nuestro camino, para hacer y deshacer, para hallar nuevas metas y horizontes. El futuro se escribe con el pasado, algo que aprendió pero que no terminaba de aceptar. Finalmente, en un arrebato de furia por dejar atrás aquellas cosas, se dio cuenta de que se había dormido. Dejó pasar aquellos recuerdos mientras miraba a Andrómeda casi pintada en el cielo. No más preocupaciones, se dijo a sí mismo. Esperaba, que al menos, llegase una nueva luz a su tiempo, porque al final, nada más importa...

viernes, 27 de mayo de 2011

Vuelta a los orígenes, lucha por tus sueños

En medio de una más o menos calurosa madrugada se despierta en mí el fervor que con tanto ímpetu esperaba. Esa capacidad de crear historias, mundos y seres que limitan con lo conocido y con lo desconocido, con lo propio y lo personal y lo extraño. Ven, viajero del tiempo y del espacio, tú que desoyes los límites horarios, tú que sabes lo que es vivir y lo que no. Ayúdame en una búsqueda de la mininovela perfecta. Aquella que condensa el don de la palabra escrita como ninguna, la que sirve como puente entre el mito y la persona, entre un mundo de imaginación y lo perpetuo. Sí, me pongo un poco existencialista como Juan Ramón Jiménez (No oso compararme con él, para evitar malentendidos), en medio de una vorágine de ideas inconclusas me encuentro. Espero poder seguir un camino juntos como aprendiz de escritor y como fiel lector.