viernes, 27 de mayo de 2011

Vuelta a los orígenes, lucha por tus sueños

En medio de una más o menos calurosa madrugada se despierta en mí el fervor que con tanto ímpetu esperaba. Esa capacidad de crear historias, mundos y seres que limitan con lo conocido y con lo desconocido, con lo propio y lo personal y lo extraño. Ven, viajero del tiempo y del espacio, tú que desoyes los límites horarios, tú que sabes lo que es vivir y lo que no. Ayúdame en una búsqueda de la mininovela perfecta. Aquella que condensa el don de la palabra escrita como ninguna, la que sirve como puente entre el mito y la persona, entre un mundo de imaginación y lo perpetuo. Sí, me pongo un poco existencialista como Juan Ramón Jiménez (No oso compararme con él, para evitar malentendidos), en medio de una vorágine de ideas inconclusas me encuentro. Espero poder seguir un camino juntos como aprendiz de escritor y como fiel lector.